El criterio más utilizado para diagnosticar estreñimiento es la frecuencia de defecación, que establece como normal el evacuar un mínimo de dos a tres veces por semana y un máximo de tres veces diarias.

Este criterio no es exclusivo, pues existen trastornos asociados al estreñimiento que no incluyen una frecuencia anormal en nuestras evacuaciones, como son: el tener que hacer un esfuerzo excesivo, la sensación de no habernos vaciado totalmente o las heces anormalmente duras, entre otras.

En todo caso, ninguno de ellos indica, necesariamente, que tengamos un problema, a menos que suponga cambios sustanciales en nuestros hábitos anteriores.

 

¿Cuándo hablamos de estreñimiento en adultos?

 

Los síntomas de estreñimiento en adultos están supeditados a las condiciones de salud del doliente. Tan solo hablaremos de estreñimiento cuando dichos síntomas representen más del 25% de nuestras deposiciones, en un período de tres a seis meses.

De manera habitual, cuando experimentamos estreñimiento nuestras heces se secan y endurecen en el tracto intestinal, bien porque se mueven demasiado lentas o bien al no poder salir del recto como deberían. Este hecho implica que, en líneas generales, los síntomas de estreñimiento más frecuentes sean:

  • Realizar menos de tres deposiciones por semana.
  • Tener sensación de no haber evacuado completamente.
  • Sufrir dolor intestinal, de cabeza, en la parte baja de la espalda o al defecar.
  • Notar el vientre hinchado.

 

Tipos y causas del estreñimiento

 

Teniendo en cuenta que el estreñimiento es un escenario muy común, que puede venir causado por múltiples factores, estableceremos las causas más frecuentes de sufrir estreñimiento en:

  • Un mal funcionamiento del intestino grueso: el intestino grueso no contrae adecuadamente, el recto no tiene sensibilidad o el ano se contrae o no genera la fuerza necesaria.
  • Abuso de laxantes o enemas.
  • Factores dietéticos: cambios en la dieta, reducción de la ingesta de líquidos, dieta baja en fibra o comer alimentos que estriñen.
  • Sedentarismo o falta de ejercicio.
  • Padecer enfermedades como: diabetes, síndrome del intestino irritable, hipertiroidismo, Parkinson o cáncer de colon, entre otros.
  • Tratamiento con fármacos que dificultan la defecación: opiáceos, sales de hierro, anticolinérgicos, sedantes o medicamentos para bajar la tensión, entre otros.

Las causas del estreñimiento citadas, permiten catalogar al estreñimiento en dos tipos:

  • Estreñimiento agudo o transitorio: estreñimiento puntual, de una duración menor a seis semanas, cuyas causas varían: modificaciones en la dieta, sedentarismo o tratamientos farmacológicos puntuales, estrés, etc…
  • Estreñimiento crónico: cuando se prolonga más de cuatro meses. Las causas son muy diversas, pero pueden clasificarse en dos:
    • Primarias: relacionadas con la alteración de las funciones intestinales.
    • Secundarias: resultado de otras enfermedades o efecto secundario de un tratamiento farmacológico. 

¿Cuándo ir al médico por estreñimiento?

 

Como ya indicamos, el estreñimiento es un síntoma muy común, sobre todo en personas mayores o que realicen poca o ninguna actividad física.

Pero existen signos de alarma, entre los síntomas del estreñimiento, que nos exigen acudir al médico inmediatamente, pues podrían estar implicados en enfermedades potencialmente peligrosas:

  • Estreñimiento en bebés, niños o embarazadas.
  • Cuando conlleva pérdida de peso injustificada, falta de apetito o dificultad para tragar.
  • Cuando el dolor abdominal se hace intenso, y se hinchan abdomen y piernas.
  • Con la aparición de vómitos, fiebre y diarrea intensa.
  • Cuando vómitos u orina muestran sangre.
  • Si las heces son de color negro o van acompañadas de sangre.
  • Si detectamos ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos).
  • Si se torna persistente.

 

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