El estreñimiento en niños es habitual, supone un 5% de las visitas al pediatra y más del 25% de las visitas a gastroenterología pediátrica.
Por fortuna, la mayoría de los casos de estreñimiento en niños son pasajeros.
Cómo reconocer el estreñimiento en niños y bebés
Hablamos de estreñimiento en niños y bebés cuando, en un período mínimo de un mes, las deposiciones son poco frecuentes, tienen dificultades para evacuar o evacúan heces duras y secas.
Es muy complejo definir, tanto lo que es una frecuencia de evacuación normal como cuál sería la consistencia regular en las heces de los niños. Por regla general:
- Los recién nacidos tienen cuatro o más deposiciones líquidas al día. Un menor de seis meses debe evacuar, al menos, una vez al día.
- El primer año, de dos a cuatro deposiciones al día, con heces pastosas o líquidas, y amarillas.
- A partir del segundo año, de una a dos veces al día, aunque algunos lo hacen cada tres o cuatro días, y sus heces ya empiezan a ser formadas.
Los niños que se alimentan con leche de fórmula hacen deposiciones más consistentes y con menor frecuencia.
Síntomas del estreñimiento en niños pequeños
Es normal que los padres se preocupen cuando sus hijos aprietan o lloran al evacuar. Pero, si la deposición es blanda, la dificultad suele venir de la tensión de los músculos del suelo pélvico del niño al defecar, no por estreñimiento.
Los síntomas de estreñimiento en niños más frecuentes son:
- Menos de dos deposiciones por semana.
- Deposiciones secas y duras, o grandes y dolorosas (que pueden causar desgarro anal).
- Restos de heces líquidas o pastosas en la ropa interior (podría indicar que tiene heces atascadas en el recto).
- En bebés, a parte: dolor abdominal, dificultad para evacuar y sangre en la superficie de las heces.
Tipos y causas del estreñimiento en niños
Hay tres períodos en que los niños son más propensos a sufrir estreñimiento:
- El momento de incorporar alimentos sólidos en su dieta.
- Al retirarle el pañal.
- Cuando empieza a ir al colegio.
El 95% del estreñimiento en niños es un síntoma funcional, causado por:
- La dieta: baja en líquidos y fibras, exceso de astringentes, intolerancia a la lactosa o consumo excesivo de leche.
- El comportamiento: frecuentes cambios en sus rutinas alimentarias, retirada del pañal, fobia a ir al baño, déficit de atención, no querer dejar de jugar, llevar una vida demasiado activa, tensión al iniciar el curso escolar, acontecimientos traumáticos o síndrome del intestino irritable.
El 5% restante son síntomas de estreñimiento orgánico. Trastornos, bien genéticos o bien adquiridos, que resultan de enfermedades, fármacos o sustancias tóxicas.
Remedios para el estreñimiento en niños y bebés
Lo principal es que, cuando los pequeños padezcan estreñimiento, acudamos al pediatra.
Para tratar un estreñimiento orgánico en niños y bebés el pediatra empezará por modificar o eliminar la causa que lo provoca, ya sea un tratamiento farmacológico, una enfermedad o una toxina.
Si es un estreñimiento funcional, algunas de las medidas que el pediatra nos recomendará incluyen:
La dieta:
- En menores de seis meses: lo más recomendado en esta edad es acudir al pediatra, y que él/ella decida la dieta más adecuada para el bebé.
- Entre los cuatro y los seis meses: lo mejor para su edad es consultar con el pediatra qué alimentación es la más adecuada para el pequeño.
- A partir de los seis meses: aumentar el consumo de líquidos, especialmente agua, y potenciar papillas o purés de frutas (excepto plátano y manzana) y verduras; los cereales, integrales o con avena.
- En edad escolar y preescolar: potenciar una dieta rica en fibra (cereales, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y frutas, excepto plátano o manzana) y líquidos (litro y medio de agua diaria). Eludir los carbohidratos refinados y los alimentos astringentes (alimentos procesados, carne roja o harinas refinadas).
La conducta:
- Establecer horarios regulares.
- Asegurarnos que mastican bien.
- Crear rutinas para ir al baño, a ser posible tras las comidas.
- Animarlos a sentarse tranquilos en el váter u orinal (de cinco a diez minutos).
- Felicitar sus esfuerzos frente al estreñimiento.
- Evitar que aguanten las ganas de evacuar.
- Acostumbrarlos a practicar ejercicio regularmente.
- Si el pequeño presenta lesiones, limpiar la zona con agua tibia y aplicarle una pomada indicada.
- En bebés, además: masajear su barriguita para mejorar el tránsito intestinal y moverle las piernas como si montara en bicicleta.
- Los tratamientos farmacológicos deben ser prescritos por un profesional sanitario. Por regla general, consisten en laxantes: formadores de masa, estimulantes, osmóticos, lubricantes o emolientes.
Síntomas de riesgo en niños y bebés
El estreñimiento en niños y bebés no suele tener repercusiones graves. Pero hay síntomas que deben ser atendidos sin demora:
- Inexistencia de deposiciones en las 24 o 48 horas después de nacer.
- Falta de apetito.
- Dificultad para succionar y pérdida de musculatura en lactantes.
- Pérdida de peso.
- Fiebre y vómitos.
- Sangre en las heces.
- Abdomen inflamado o dolor abdominal.
- Dolor de espalda.
- Enuresis.
- Problemas para caminar.
- Fisuras anales.
- Prolapso rectal.
- Retención de las heces (puede provocarse una retención fecal. Estemos atentos a comportamientos como: que cruce las piernas, apriete las nalgas o se mueva de manera inusual).