Llamamos laringitis a la inflamación de la laringe y es una de las patologías más comunes de aquellas incluidas en el grupo de los trastornos respiratorios.
¿Qué es la laringitis y cuáles son sus causas?
La laringe es el área de la garganta que conecta faringe con tráquea y donde se ubican las cuerdas vocales. Es un órgano cartilaginoso que usamos para hablar, respirar, tragar y evitar que los alimentos y líquidos entren en la tráquea (vía respiratoria).
Cuando nuestras cuerdas vocales se inflaman o infectan su reacción es hincharse, originando laringitis. Los motivos de soportar una laringitis pueden ser varios: el uso excesivo de la voz (estrés vocal), un virus, reacciones alérgicas, tos permanente originada por bronquitis, inhalación de sustancias químicas (como el humo del tabaco), tos ferina, reflujo gastroesofágico (RGE), bulimia, neumonía, gripe o sarampión. Pero, la más habitual es la infección viral temporal.
Tipos de laringitis que podemos padecer
Las distintas variantes de una laringitis se definen por sus causas, síntomas y duración:
- Laringitis aguda: es una enfermedad leve, generalmente causada por un virus, en cuyo caso sería contagiosa, o por estrés vocal. Aparece de repente y mejora por sí sola en menos de tres semanas, sin generar complicaciones.
- Laringitis crónica: su gravedad es mayor y su origen puede deberse al uso excesivo de la voz, el abuso del alcohol, la parálisis de las cuerdas vocales, el reflujo gástrico, la exposición a químicos irritantes como el tabaco, sinusitis o cáncer de laringe. La laringitis crónica dura más de tres semanas y puede causar tensión, pólipos y nódulos en las cuerdas vocales.
- Laringitis infecciosa: es una laringitis aguda y contagiosa, causada por una infección. Su sintomatología aparece de repente, mejora por sí sola e incluye fiebre.
- Laringitis fonética: puede ser aguda o crónica y de carácter leve, moderado o severo. No es contagiosa y se origina por daños en las cuerdas vocales al forzar demasiado la voz, ya sea de forma puntual o habitual.
- Laringitis irritante: puede ser aguda o crónica y de carácter leve, moderado o severo. No es contagiosa y se origina por la exposición a sustancias químicas irritantes, como químicos, tabaco o alcohol.
Síntomas de laringitis
El síntoma distintivo de la laringitis es el cambio de nuestra voz natural y se manifiesta con la disminución de nuestra potencia de voz, afonía, ronquera, aspereza en la garganta y una necesidad constante de despejarla. Los síntomas de laringitis empiezan repentinamente, alcanzan su máxima intensidad durante los tres primeros días y varían según la magnitud de la inflamación.
Una laringitis común puede originar tos seca, ronquera, alteración de la voz, cosquilleo en la garganta y carraspeo frecuente.
Cuando la infección es intensa, la laringitis también puede provocar fiebre, malestar general, dolor de garganta, dificultad para tragar y afonía.
Si llega acompañada de otras enfermedades, también puede propiciar dolor de cabeza, inflamación de las glándulas o ganglios linfáticos, secreción nasal y fatiga.
Lo más probable es que los síntomas de laringitis desaparezcan a lo largo de los siete primeros días. Pero, si persisten o se tornan graves la recomendación es acudir al médico.
¿Cómo tratar una laringitis?
Como ya hemos mencionado, generalmente la laringitis remite por sí sola en una semana, sin necesidad de tratamiento. Aún y así, hay ciertas medidas que podemos aplicar para aliviar los síntomas de la laringitis y acelerar su recuperación:
- Analgésicos.
- Antitusivos.
- Beber líquidos.
- Descansar la voz.
- Descongestionantes.
- Dejar de fumar.
- Evitar los alimentos picantes.
- Humidificadores de aire.
- Inhalaciones de vapor.
- No beber alcohol.
- No exponernos a sustancias químicas irritantes.
- Practicar una correcta higiene de manos.
En algunos casos, el médico puede recomendar tratamiento con corticosteroides, terapias de voz o cirugía.
Tratamientos naturales para la laringitis
Para algunas de las medidas citadas, podemos optar por tratar la laringitis con plantas medicinales. Consultemos en la farmacia sobre la conveniencia de hacer uso de ellas y cómo aplicarlas correctamente. Destacamos:
- Inhalaciones de vapor con eucalipto.
- Beber zumos de aloe vera.
- Tomar infusiones de erísimo, jengibre, menta, romero o salvia.
- Hacer gárgaras con erísimo, jengibre, malva, malvavisco, regaliz, salvia o tomillo.