Originaria de Asia menor y el Cáucaso, el regaliz es una de las plantas medicinales más antiguas que existen, con propiedades terapéuticas documentadas desde el año 2.000 a.C.
La Glycyrrhiza, o regaliz, es una planta herbácea con dieciocho especies conocidas, de entre las que la Glycyrrhiza glabra es la más utilizada. Su nombre, de origen griego, significa ‘raíz dulce’ y, actualmente, su producción agrícola se concentra en España, Italia, Turquía, India y China.
Los principios activos del regaliz
El regaliz es una de las plantas medicinales con un mayor número de ensayos farmacológicos y clínicos. Su componente principal es la glicirricina, pero su actividad farmacológica es más potente si usamos todos sus principios activos conjuntamente.
Los principios activos del regaliz (saponósidos triterpénicos, flavonoides, quercetina, cumarinas y una pequeña porción de aceite esencial) se encuentran, principalmente, en sus rizomas. Pero también los encontramos en su raíz y sus estolones, junto a: aminoácidos, beta-caroteno, minerales (calcio, cromo, cobalto, fósforo, magnesio, potasio, silicio y sodio), proteínas, taninos y vitaminas B1 y C.
¿Qué propiedades medicinales tiene el regaliz?
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) autoriza el uso del regaliz como planta medicinal para calmar síntomas digestivos, incluyendo ardores y dispepsia, y como expectorante para la tos asociada al resfriado. Atendiendo a su actividad farmacológica, las propiedades medicinales confirmadas del regaliz incluyen:
- Antitusivo y expectorante: facilita la expulsión de secreciones bronquiales en enfermedades del tracto respiratorio superior y calma la inflamación de las vías respiratorias, siendo ampliamente utilizada para tratar la tos seca y la bronquitis.
- Antiinflamatoria y antiagregante plaquetario: evita la formación de trombos e impide la degradación del cortisol.
- Antiulcerosa: previene úlceras y potencia la cicatrización y regeneración de tejidos. Su uso está indicado en hiperacidez gástrica, gastritis, úlcera gastroduodenal y como bactericida frente al Helicobacter pylori.
- Antiviral: su ácido glicirricínico impide la replicación de virus ADN y ARN en su estadio temprano. Algunos ensayos han confirmado que la glicirricina, junto a otros constituyentes de la raíz de regaliz, reducen el daño celular de la hepatitis B y C crónicas y ejercen actividad antiviral contra herpes simples, VIH, influenza, encefalitis, neumonía, SARS, virus sincitial respiratorio, arbovirus, virus vaccinia y virus de la estomatitis vesicular.
- Anticancerosa: tiene la capacidad de inhibir la proliferación celular, la carcinogénesis y el crecimiento tumoral del cáncer de mama, hígado y piel.
- Antioxidante y captadora de radicales libres: ejerce un efecto calmante en pieles problemáticas y promueve la luminosidad de la piel. Se utiliza contra el acné, la dermatitis atópica, dermatitis seborreica, psoriasis, piel sensible y rosácea.
- Despigmentante: tiene propiedades blanqueadoras y evita la producción de machas oscuras.
- Estrogénica: puede unirse a los receptores estrogénicos humanos y prevenir enfermedades asociadas a la deficiencia de estrógenos.
Los formatos de regaliz en venta al público, son diversos: raíz y ramas secas, infusión, cápsulas, tabletas, comprimidos, tinturas, cremas, como planta viva, semillas, golosinas, como condimento gastronómico o bien incorporado en productos farmacológicos de higiene y belleza. Pregunta en la farmacia por el formato de regaliz que mejor se ajuste a tus propósitos y cómo utilizarlo de forma adecuada.
Contraindicaciones en el consumo de regaliz
El uso de plantas medicinales con fines terapéuticos es un proceso de medicación y debe ir siempre acompañado por la supervisión de un profesional sanitario.
El consumo de grandes cantidades de regaliz, puede provocar: síndrome de exceso mineralocorticoide aparente, parto prematuro, hipertensión arterial, trastornos renales, hepatitis colestáticas, cirrosis, hipopotasemia, edemas y obesidad importante. La dosis tóxica de regaliz está supeditada a las características de cada individuo, pero la Comisión Europea recomienda tomarlo en tratamientos discontinuos no superiores a cuatro o seis semanas, después de las comidas y con un máximo de 50/100 mg diarios.
La ingesta de regaliz está contraindicada en personas con:
- Trastornos cardiovasculares.
- Insuficiencia renal.
- Diabetes tipo II.
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
- Personas con tratamientos a base de digitálicos, diuréticos tiazídicos, laxantes estimulantes, antihipertensivos, antiarrítmicos o corticoides.