La genciana es una planta perenne alpina, originaria del sur y este de Europa, muy común en España.
Los principios activos de la genciana provienen de su raíz carnosa y gruesa.
De los 400 tipos de gencianas conocidas, la más utilizada comercialmente es la ‘genciana amarilla’. Aunque casi todas ellas poseen propiedades similares.
Propiedades medicinales de la genciana
En la antigüedad, se consideraba a la genciana como un antídoto contra mordeduras venenosas, una medicina para combatir problemas de hígado y estómago, y una solución para calambres y fiebres.
Ya en el S.XX, se descubrió que la genciana también era un potente remedio contra gérmenes infecciosos.
Actualmente, las propiedades medicinales de la genciana, incluyen:
- Problemas digestivos: su contenido en principios amargos facilita la producción de jugos digestivos y la asimilación de enzimas, lo que la convierten en un excelente remedio para problemas de estómago, facilitando la digestión y la defecación, eliminando las flatulencias acumuladas en el estómago, eliminando la sensación de pesadez, previniendo cólicos intestinales, facilitando la asimilación de la comida, estimulando el apetito y combatiendo la debilidad muscular. Sus propiedades gastroestimulantes la convierten en una planta medicinal muy valiosa en casos de: astenia, anorexia, anemia, atonía gastrointestinal, convalecencia, disquinesia biliar, espasmos gastrointestinales y empachos, entre otras.
- Diurético: protege el hígado, depura la sangre y favorece la micción, ayudando a eliminar toxinas y disminuir los niveles de sodio. Sus propiedades diuréticas, ratifican a la genciana como planta medicinal apropiada para la insuficiencia hepática, para prevenir la leucopenia, las piedras en el riñón, frenar la hipertensión y fortalecer el sistema inmune.
- Problemas dermatológicos: los lípidos de la genciana le aportan una alta acción antiinflamatoria y cicatrizante, muy útil en caso de heridas, algunos casos de eczemas y manchas en la piel, psoriasis y algunas enfermedades relacionadas con las articulaciones, como gota, artritis o reumatismo.
- Lombrices intestinales: tiene propiedades vermífugas que la convierten en un potente desparasitante natural, capaz de expulsar gusanos intestinales.
- Calvicie: su contenido en zinc la incluye en preparados que combaten la caída del cabello y la aparición de caspa.
- Finalmente, sus propiedades antibióticas y antipiréticas dan a la genciana capacidades para bajar la fiebre y tratar enfermedades bacterianas, como otitis, bronquitis, gripe o rinofaringitis, entre otras.
Algunos de sus componentes estimulan la producción de las hormonas tiroideas, ayudando en el tratamiento del hipotiroidismo.
¿Qué productos de genciana podemos adquirir?
Los principios activos de la genciana, han permitido la aparición de múltiples productos de venta libre en farmacias, y otros centros de salud, alimentación o dermoestética.
Actualmente, podemos encontrar productos con genciana en distintos formatos, incluyendo: cremas, comprimidos, cápsulas, complementos alimenticios, enjuagues, infusiones, jarabes, lociones, supositorios, tinturas, tónicos ungüentos, vino o incluido en múltiples medicamentos y productos de higiene o belleza.
Contraindicaciones de la genciana
El uso de plantas medicinales con fines terapéuticos debe establecerlo siempre un profesional sanitario o un experto en farmacognosia y fitoterapia.
Seamos conscientes de que el uso de productos elaborados con plantas medicinales es un proceso de medicación. Utilizando plantas medicinales sin conocimiento, podríamos provocar reacciones inoportunas o interacciones nocivas con otros productos que estemos utilizando.
La genciana no suele tener efectos perjudiciales, si se toma a corto plazo. Pero dosis elevadas de genciana podrían producir vómitos, dolor de cabeza o mala digestión.
El uso de la genciana se desaconseja en mujeres embarazadas o en período de lactancia, niños y personas con úlceras o gastritis.